Guayaquil, 31 de mayo de 2023.-Es mucho lo que se dice en torno a cómo llevar una buena alimentación. Los consejos nutricionales se han vuelto una moda en todas las plataformas digitales y canales convencionales; pero ¿es realmente confiable toda la información que se expone por estas vías?.

Existen mitos que necesitan ser aclarados por expertos en el tema, así como verdades poco conocidas por la comunidad en general y que podrían ayudar a adoptar nuevos hábitos de vida mucho más saludables y que no desencadenen problemas de salud graves a futuro.

En la actualidad existe un gran interés, motivado sin duda por el legítimo deseo de disfrutar de una vida larga y sana, que se acompaña de la proliferación de un sinnúmero de recomendaciones basadas en mitos y creencias que no se fundamentan en conocimientos sólidamente respaldados.

Es evidente que existe una mayor accesibilidad a la información y recomendaciones difundidas de forma “viral”; sin embargo, se debe tener en cuenta quién emite las recomendaciones, si el emisor es una persona con título profesional que avale la información que proporciona, si se trata de organizaciones reconocidas en materia de salud como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras.

Sobre este fenómeno la Dra. Dolores Rodríguez Veintimilla, jefe del servicio de Nutrición Clínica y Dietética de Solca Matriz Guayaquil, refiere que “una talla no les calza a todos” y que existen recomendaciones como por ejemplo las dietas de ayuno prolongado, que si no son controladas por un profesional podrían llevar a desequilibrios nutricionales severos y más si la persona está enferma.

Asimismo, señala que han surgido una serie de falacias, mitos, «dietas mágicas» y demás, que constituyen uno de los mayores problemas de la nutrición en las sociedades industrializadas. Una información a la población que no llegue por los cauces adecuados puede ocasionar un grave problema de salud.

En referencia a los pacientes oncológicos, la especialista comenta que requieren al igual que todos consumir una dieta saludable como: frutas, verduras, panes integrales, cereales, carnes (pollo, pescado, pavo, res), lácteos, grasas saludables como el aceite de oliva. Es importante destacar que cuando los pacientes son diagnosticados de cáncer se requiere de una valoración nutricional por un profesional con experiencia, a fin de contribuir a la recuperación de su salud, a tolerar los efectos secundarios de los tratamientos, a tratar la desnutrición, a mejorar la cicatrización de heridas en caso que las hubiera, entre otros; además, que las recomendaciones dietéticas se adecuan según la necesidad de cada paciente.

Los investigadores de la Sociedad Americana Contra El Cáncer calculan que el 18% de los casos de cáncer y el 16% de las muertes por cáncer se pueden asociar a una combinación de una mala alimentación, un exceso en el consumo de alcohol, una falta de actividad física (ejercicio) y sobrepeso.

Es importante citar que tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo los cánceres de seno (en mujeres postmenopáusicas), colon y recto, endometrio (revestimiento del útero), esófago, páncreas y riñón, entre otros. También aumenta el riesgo de otras enfermedades crónicas, tales como cardiopatías y diabetes.

Datos de la OMS indican que “1.900 millones de adultos tienen sobrepeso, 462 millones de adultos tienen bajo peso, 41 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso o son obesos, 159 millones de niños tienen retraso del crecimiento, 528 millones o el 29 % de las mujeres en edad reproductiva tienen anemia”.

La especialista menciona que existen muchos mitos frecuentes y uno del que se habla mucho es: evitar beber agua durante las comidas: “Esto es falso, porque la aparición de sed debe ser saciada para nuestra correcta hidratación y siempre ayudará a percibir mejor los sabores de los alimentos que ingerimos. Se recomienda tomar 1,5 a 2 litros de agua diariamente, ya que se trata de un líquido vital y su consumo no debe restringirse, excepto si lo autoriza un médico.

¿Es bueno consumir edulcorantes para adelgazar? la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que el uso de edulcorantes no confiere ningún beneficio a largo plazo en la reducción de grasa corporal en adultos o niños. Los resultados de trabajos científicos sugieren que puede haber posibles efectos indeseables debido a su utilización a largo plazo, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.

¿La fruta engorda? mantener una ingesta de 1 a 2 porciones de frutas al día es recomendable; pero si la consumimos en exceso, entregaremos a nuestro organismo exceso de fructosa, la misma que se convierte en energía, que si no es utilizada se almacena como grasa en nuestro cuerpo.

No obstante, una verdad o recomendación sustentada científicamente enfatiza que si se ingiere una porción menor a la que el cuerpo requiere, disminuye el aporte de nutrientes y puede con el tiempo ocasionar pérdida progresiva de peso y por ende desnutrición. Por el contrario, si se excede la porción de alimentos conducirá al otro extremo que es el sobrepeso o la obesidad.

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